Te cuento cómo supe de ellos: la avería de mi coche era tan gorda que me costaba más arreglarla que comprar uno nuevo. Nunca he entendido de coches y el solo hecho de tener que buscar uno —ya fuera nuevo o usado— me ponía de los nervios. Tenía claro el modelo que quería y lo que podía gastarme pero, sinceramente, ni idea de cómo empezar y malditas las ganas de tener que hacerlo.
Lo primero que hice, imagino que como todos, fue hablar con amigos y familiares por si querían vender alguno. Como no era el caso, me tocó pensar en hablar con una compañía de compra-venta, algo que, reconozco, me daba pavor. Recordaba haberlo hecho años atrás y no quería volver a pasar por aquello. Claro que la otra opción era comprárselo a un particular, y aquello me daba más miedo todavía.
Gracias a Dios este es un pueblo pequeño y mal que bien nos conocemos todos. Una tarde alguien me habló de un nuevo negocio que había abierto en el pueblo. Se llamaba The Personal Car Shopper y lo llevaban Sergio López y José Manuel Gallego, dos frickies del motor —¡José Manuel se había construido él solo su propio Land Rover!—. Al parecer, tú les indicabas el modelo de coche que querías y ellos te lo conseguían. Tal cual. Al principio, a qué engañarnos, tuve dudas. Más de lo mismo, pensé. Aún así, me armé de valor y me fui a verlos.
Para empezar, The Personal Car Shopper no era una tienda al uso —tampoco un taller— y Sergio y José Manuel no eran los típicos vendedores. Ni de coches ni de motos. Eran dos tipos normales a los que les apasionan los coches, lo saben todo de ellos y se mueven entre las bambalinas del sector de la compra-venta, el renting y las subastas como peces en el agua.
Tenía claro el modelo que quería y lo que podía gastarme pero, si te soy sincero, ni idea de cómo empezar y malditas las ganas de tener que hacerlo
En realidad, se presentaron como lo que son: asistentes personales. El concepto no me resultaba ajeno. Lo conocía del mundo de la moda, de la decoración e incluso de la vivienda. Me sorprendió, sin embargo, ver que también existía en el de los coches. Bueno, existe porque ellos lo han puesto en marcha, porque no hay nada similar ahí fuera. Básicamente, son profesionales que conocen el sector y te solucionan los problemas.
Como te digo, el asunto fue rápido, limpio y muy muy transparente. ¿Cómo funcionan? Sencillo. Les expliqué el modelo que quería y la cantidad que estaba dispuesto a gastarme. En menos de 48 horas tenía en casa el coche que buscaba. Ni una sola preocupación, ni una sola gestión, ni un solo problema. Y respetando mi presupuesto. A mí aquello me pareció fascinante. Conseguir el coche que quería sin tener que volverme loco era lo más. Y encima sin coste, porque ellos van a comisión con las plataformas de venta.
Por supuesto, como curioso que soy, pregunté cómo lo habían hecho. Es nuestro trabajo, me dijeron.
Y lo es, efectivamente. Pero yo quería saber cómo lo hicieron. He dicho que son transparentes. Me contaron: su conocimiento del sector les hace a estar al tanto de los más de 1.000 vehículos que el mercado mueve cada día. Investigan en las plataformas, controlan los accesos al renting y las subastas —si te planteas hacerlo tú, olvídalo, jamás podrías introducirte en ese mundillo por tu cuenta—, y como saben de coches, van a tiro hecho.
Ellos se encargaron también de comprobar que el coche se encontraba en perfecta condiciones, más allá de que huela bien y luzca perfecto, que era a lo más que yo podría haber llegado.
Como ya había confianza, me dijeron que sus coches proceden en un 90 % del renting de algunas de las empresas más importantes de España, y otros, los menos, de subasta. Además, no buscan solo en España. También están al tanto de lo que se mueve en toda Europa. No son infalibles, me dijeron, porque en una compra nunca se puede estar seguro al 100 %, pero sí me aseguraron que consiguen siempre la opción más económica y reducen al máximo el margen de error, tanto en aspecto legal como en el mecánico. ¿Cómo? Con su experiencia, sus conocimientos y una máquina de diagnosis que les señala hasta el más mínimo pero del vehículo.
Mi coche original al final se fue al desguace, pero antes les pregunté si ellos se hubieran encargado también de venderlo. Me dijeron que sí, pero antes tenían que verlo. Lo peritaron —algo que hacen sí o sí antes de comprar o vender cualquier vehículo, no se lo tengas en cuenta—, y fueron honestos: el coche no estaba en condiciones de ponerse a la venta. Igualito que los compra-venta de turno.
Ojo, ellos no te compran el coche, no es su negocio. Solo lo suben a las plataformas de venta al precio que tú consideres o, si te dejas asesorar, te indiquen ellos
Eso no significa que si el tuyo lo está, ellos no se encarguen de venderlo. Lo hacen, claro, pero antes se asegurarán de que el vehículo reúne los estándares mínimos que ellos exigen. Ojo, no te compran el coche, no es su negocio, sino que lo suben a subasta. En tres días como muy tarde sabrás si se vende o no. Ahí entra en juego, como te decía, su asesoría, porque ellos te indican en qué precios debes moverte. No imponen nada, si tú consideras que el precio es otro, adelante, pero yo que tú les haría caso. Su asesoría ahí —créeme— va a misa.
Eso sí, antes de subirlo a las plataformas, para asegurarse de que todo está en orden, harán —como hicieron con el mío— un peritaje a fondo. Tanto de lo bueno como de lo malo. Peritaje que, amigo, tiene un coste. Son 190 € + IVA. Y aquí otra agradable sorpresa: como sabían que era suscriptor de YOURHOMETOW y además vivía en Cañada, lo hicieron gratis. Si ese también es tu caso, corre porque hasta abril mantienen esa promoción.
Ah, si al final no consiguieran venderlo (o ni siquiera subirlo a las plataformas), te regalarán el informe para que puedas ir con él donde quieras y tratar de venderlo por otro lado. Informe que, no olvides, en cualquier taller te costará un dinerito.
The Personal Car Shopper, te lo digo por si no los has visto, se han mudado. Siguen en la calle Real —y mantienen el antiguo local—, pero ahora los encontrarás en el taller de Loli Bustos, junto al restaurante BAO. La amplitud de este local les permite atenderte mejor. Y hacerte la boca agua con algún que otro vehículo que restauran de vez en cuando (solo Land Rovers).
Recientemente dejé mi coche a Sergio y además de asesorarte de todo te dan todo tipo de información y facilidades para la venta o compra que necesites, ¡unos cracks!