Después de más de 20 años de práctica profesional en el Atlético Madrid, donde fue entrenador y responsable de Metodología de su academia en Estados Unidos, Enrique Fanjul (55) —conocido futbolísticamente como Quique Fanjul— recala en el CD Villanueva de la Cañada. Y lo hace con un encargo exigente: dotar al club de unas nuevas señas de identidad y alcanzar un equilibrio entre la formación y la competición.
Fanjul, que será responsable del aspecto formativo de los equipos locales desde el Juvenil para abajo, tiene claro que el fútbol no es un fin en sí mismo, sino un medio para formar personas. “Quiero que los entrenadores se mentalicen de que formamos personas además de futbolistas”.
Hemos quedado en las instalaciones del club en el campo de fútbol del Polideportivo Municipal Santiago Apóstol. Fanjul me recibe en el cuarto de utillaje, que hace también las veces de despacho, poco antes de comenzar el entrenamiento. Amable y cercano, salta a la vista que es un hombre de fútbol.
Después de tanto años de ejercicio profesional aquí y allá, ¿por qué Villanueva de la Cañada?
Bueno, vivo en Villafranca del Castillo. Estoy en casa. Presenté mi proyecto a Nacho Herrero, el director deportivo, y le gustó. Lo demás ha venido solo.
Llega como responsable de Metodología, ¿cuál es su trabajo?
Fundamentalmente, diseñar las sesiones de trabajo para que todos los entrenadores del club desarrollen, si no los mismos ejercicios, sí los mismos contenidos técnicos. Lo que busco con ello es generar unas señas de identidad que nos hagan reconocibles tanto en valores como en los aspectos deportivos.
¿En qué consisten esas señas de identidad?
Cuando era entrenador en el club Atlético de Madrid puse en marcha un programa de entrenamiento que no he abandonado desde entonces. Se resume en que los entrenadores, los padres y los chicos vayamos todos en el mismo barco. Formamos personas además de futbolistas. Por eso, debemos tener claro que el fútbol no es un fin sino un medio para formar personas. Se trata de lograr un equilibrio entre formación y competición. Ahí es donde entro yo. No podemos olvidar que hay padres que quieren que sus hijos compitan y otros que los dejan aquí como en una extraescolar más. La idea es que todos aprendan. Esas señas de identidad están ligadas a un sistema de juego y a un modelo de entrenamiento diseñado bajo una metodología que los entrenadores deben cumplir: un mismo sistema de juego, un único modelo de entrenamiento.
Hábleme de su filosofía deportiva.
El objetivo es que todos los equipos suban un poquito de nivel y que los chicos estén preparados para saltar al primer equipo y no tengan que irse fuera. En definitiva, hacer cantera. Que el equipo sea reconocible como el equipo de la Cañada. Llevará tiempo, porque la metodología no es una varita mágica y al final todo depende de la calidad de los jugadores. A algunos equipos también les exigiremos resultados, como el Juvenil A, que esperamos que ascienda porque hay equipo para hacerlo, o el Cadete A para que mantenga la categoría recién alcanzada.
Debemos tener claro que el fútbol no es un fin en sí mismo, sino un medio para formar personas. Se trata de lograr un equilibrio entre formación y competición
Lleva solo cuatro meses en el cargo pero ¿qué novedades puede adelantar?
Me he encontrado un club muy bien estructurado. Tanto Nacho Herrero como Gabriel Giménez, director de Operaciones, y los entrenadores de los 26 equipos, todo ellos titulados y muy cualificados, han hecho un trabajo extraordinario. Yo vengo a ayudar en el terreno deportivo. Aún así, puedo adelantarte que esta temporada contaremos con un analista para el primer equipo, una sala de gimnasio para evitar lesiones, con médico y fisioterapeutas, y una sala de vídeo. También se potenciará la comunicación en redes sociales con más contenido para los fans y se implantará un sistema para grabar y retransmitir en Twitch los partidos y los entrenamientos —todas los fines de semana se retransmitirá y comentará el partido del primer equipo y otro del resto de los equipos del club—. Eso permitirá que, por un lado, los vean las familias, pero también, y sobre todo, que los entrenadores puedan ver y analizar los partidos para corregir y comentar las jugadas.
Quique Fanjul insiste en que su responsabilidad es solo de metodología, por lo que me remite a Mateo Arviset, experto en nuevas tecnologías y miembro de la junta directiva del club, para que me cuente los detalles. Arviset me cuenta que la nueva tecnología consiste en una cámara VEO, de origen danés, que permite grabaciones de 360 º y que incorpora inteligencia artificial para crear eventos y detectar los distintos tipos de jugadas para difundirlas después en redes. Todo un avance en el mundo deportivo.
El sistema es muy utilizado en Estados Unidos, donde equipos norteamericanos y mexicanos como el LA, el Santos y el Atlas lo tienen incorporado a sus sesiones de trabajo.
Mientras recorremos el campo para hacer las fotos que acompañan esta entrevista, Enrique Fanjul sueña con otro campo de fútbol más en Villanueva de la Cañada. “La lista de espera hoy es enorme. No tenemos capacidad para acoger más niños”. El municipio es uno de los más ricos de España y de la Comunidad de Madrid, un nuevo campo —reconoce— permitiría duplicar el número de equipos.