Hace un frío de perros. Kipling, que es un Cavalier King Charles —seguro que has visto la peli de Disney La Dama y el Vagabundo, pues la dama— y su misión durante siglos ha sido dar calor a las señoras pudientes, se acerca remolón. Me ha visto venir con la correa, pero hoy no está para paseos. Le digo que, la verdad, yo tampoco. Hace mucho frío y lo mejor es que nos quedemos en casa. Como asiente, guardo el abrigo y le propongo a cambio contarle una historia junto al fuego. La historia de una urbanización. La historia de la casa en la que vive. Él mueve su cola peluda con alegría, se acurruca a mis pies y abre mucho sus ojos atentos.
Esta peculiar historia comienza frente a una mesa, durante una comida de amigos. Si a eso le añadimos ciertas dosis de casualidad y una pizca de necesidad, podemos hacernos una idea bastante aproximada de cómo surgió la urbanización «California Village».
Pero vayamos por partes —le digo a Kipling— y pongamos las cosas en su contexto. Corría el año 1988 cuando la empresa Dragados y Construcciones, una de las empresas de Florentino Pérez, el presidente del Madrid —se lo cuento así porque Kipling es muy futbolero—, a través de su filial Caracola Edificaciones Modulares, había emprendido varios viajes de prospección a los Estados Unidos con un objetivo: estudiar el sistema de construcción americano y calibrar su posible implantación en nuestro país.
Le explico que España iniciaba entonces su entrada en la modernidad, y que el boom urbanístico que se avecinaba exigía de nuevas e imaginativas iniciativas. La madera, principal material de construcción de las viviendas norteamericanas, ofrecía múltiples ventajas en cuanto a flexibilidad de diseño, rapidez de construcción y reducción de costes, una oportunidad que Dragados quería explorar.
La madera, principal material de
construcción de las viviendas
norteamericanas, ofrecía múltiples
ventajas en cuanto a flexibilidad de diseño,
rapidez de construcción
y reducción de costes.
Mientras tanto, en Madrid la construcción de la Torre Picasso daba sus últimos coletazos y el Real Madrid, una vez más, levantaba el trofeo de Campeón de Liga, que no de Europa.
También se hablaba de que las Cortes discutían la que luego sería la ley 26/1999, de 9 julio, por la cual se establecían medidas de apoyo a la movilidad geográfica de los miembros de las Fuerzas Armadas, y cuyo capítulo II, artículo 11, establecía la enajenación de suelo a cooperativas cuyo fin primordial fuera la construcción de viviendas en propiedad para militares.
También que el INVIFAS, el Instituto de la Vivienda de las Fuerzas Armadas iría a su disolución, y por tanto, no alquilaría más casas a los militares, teniendo estos que buscarse la vida en caso de cambio de destino.
Genial, muy interesante. ¡Gracias!
Me alegro de que te parezca interesante. Es, en verdad, una historia de película.
Un cordial saludo.
Me has dejado esperando más…, la historia puede alargarse bastante.
ja, ja, no sé yo, pero por supuesto es posible. Si tienes nueva información, nos tomamos un café y me cuentas. ¡¡¡Soy todo oídos!!!
Es una pena que una urbanización típicamente canadiense, en la que se han basado múltiples empresas para anuncios en TV, al ir desapareciendo los que fuimos los miembros de la cooperativa, se han ido vendiendo y los nuevos propietarios han hecho toda clase de modificaciones, quizás los Estatutos que solo se refieren al local social, debieron extenderse a toda la zona. Hay quien se ha blindado, cerrando de mala manera su «castillo», otros han variado las vallas elevándolas a dos metros, otros han pintado las casas, poniendo las puertas verdes, es de llorar el ver estos desastres, en unos años dejara de llamarse ya California village….. Muchas gracias por preocuparte de la urbanización.. Solo quedamos dos o tres de los comuneros. El 15 de junio pasado murió David de la Torre y su chalet en Aviación Española 6,, afortunadamente lo ha adquirido, Paloma que antes vivió en el numero 8 de la misma calle, y que le debió gustar mucho la vida en Villanueva que volverá en unos meses a vivir con su gran pero en nuestra urbanización.