Veinte años de respeto y admiración
Veinte años, Kipling, veinte años ya. Veinte años en los que el edificio ha recibido a decenas de arquitectos llegados el mundo entero que vienen aquí a admirar y estudiar su construcción. Veinte años en los que se han recibido premios y distinciones, como la selección al premio Mies Van der Rohe 2003, que ya es un premio en sí mismo. O el Premio de Calidad Estética de la Comunidad de Madrid 2004; y el Premio Enor 2005, e incluso ser incluidos en la cuarta edición del libro de Kenneth Frampton, el arquitecto, historiador y crítico de arquitectura británico, autor del clásico Historia crítica de la Arquitectura Moderna, libro de texto obligado en todas las facultades de Arquitectura de España.
La biblioteca no es la única aportación de De Churtichaga y De la Quadra-Salcedo al municipio. Suyos son también el nuevo Ayuntamiento, situado en el edificio que albergaba las antiguas escuelas, las piscinas cubiertas y la espectacular bóveda de ladrillo del antiguo Ayuntamiento.
“Villanueva de la Cañada es un pueblo donde la arquitectura importa. Eso es una rareza y hay que valorarlo”, afirma Gutiérrez de Churtichaga. Y señala con pesimismo cómo la Comunidad de Madrid se ha olvidado la arquitectura, cómo la obra pública se ha desmoronado y se han abandonado los concursos.
Y no solo por una cuestión económica, sino por pereza administrativa y unos intereses políticos cortoplacistas que no miran más allá de los cuatros años que dura la legislatura. No Kipling, no, Churtichaga no habla de grandes concursos y enormes presupuestos. Habla de pequeñas obras que por su singularidad aportarían valor a los municipios, les permitiría diferenciarse y haría que los nuevos arquitectos, sin experiencia ni currículum pero llenos de ideas, plasmaran sus ilusiones. “En ese sentido Villanueva de la Cañada fue una isla. Y sigue siéndolo”, reconoce.
«Desde el punto de vista arquitectónico Villanueva de la Cañada sigue siendo una isla. Que cuente con pequeñas piezas arquitectónicas es voluntad de una persona. Eso es así y hay que valorarlo»
A pesar de que han pasado dos décadas, De Churtichaga y De la Quadra-Salcedo siguen muy pendientes de su obra. Valoran cómo el pueblo ha hecho suya la construcción y cómo desde la dirección de la misma biblioteca se ha respetado el edificio. “No es lo normal. Uno o dos años después sueles encontrarte de todo, normalmente barreras absurdas”, asegura De la Quadra-Salcedo.
Purificación Flores, la directora, lleva en la biblioteca desde el principio. Vivió con ellos el proceso de la construcción del edificio y participó incluso en la toma de algunas decisiones. “Lo ha cuidado como si fuera un hijo”, reconoce De Churtichaga. “Yo creo que lo quiere. Identifica su vida de bibliotecaria con el edificio. Es algo muy bonito”.
De Churtichaga y De la Quadra-Salcedo han vuelto estos días para participar en la sencilla pero emotiva celebración que se ha hecho con motivo del XX aniversario. También porque en la biblioteca se van a realizar trabajos para mejorar la iluminación y les han pedido ayuda. “Lo hacemos gratis”, dice, “para evitar así que se altere el edificio”.
La entrevista con los arquitectos José María de Churtichaga y Cayetana De la Quadra-Salcedo tuvo lugar el viernes, 9 de diciembre de 2022, en el estudio CH+QS, en la calle Fernández de la Hoz, en Madrid. Puedes encontrar más información sobre el diseño y la técnica constructiva de la Biblioteca Municipal Fernando Lázaro Carreter en Memoria Pública de Gestión CAM, Tectónica, Detail, Arquitectura COAM, Conarquitectura y Arquitectura Viva.
Me ha encantado este artículo; interesante, ameno, técnico y emotivo.
Enhorabuena.
Mil gracias, Berta.
Amena y muy interesante este retrospectiva de la biblioteca, Julián, gracias por tu labor 🙂
Me alegro de que te guste. Son historias que si no se recuperan terminan por perderse.